miércoles, 25 de julio de 2012

Asedio (relato clásico, 1)

Percival de Blois, caballero del reino, estaba cazando entre los zarzales que había en el límite de su pequeño feudo cuando fueron avistados los orcos. Los escuderos que habían estado batiendo los arbustos para que el jabalí saliera de su guarida regresaron gritando: "¡Que vienen los orcos! ¡Que vienen los orcos!". Era un grito de alerta que no se había oído en esas tierras desde hacía muchos años. De hecho, no se había oído desde los tiempos en los que Percival era joven, cuando no era más que un caballero novel. Sin dudarlo ni un instante, Percival y sus propios caballeros noveles espolearon a sus monturas y fueron a comprobarlo personalmente. En cuanto salieron de los zarzales pudieron verles. Era una gigantesca horda de orcos, fácilmente identificable por sus grandes y andrajosos estandartes en los que podían verse lunas y soles con sonrisas malignas. Seguramente era un grupo desgajado de la gran horda que hacía poco había asolado las tierras bajas del Imperio, y que después de atravesar las montañas grises había comenzado una invasión del reino de Bretonia.



Los orcos todavía estaban bastante lejos, por lo que había tiempo suficiente para organizar la defensa del castillo. Los orcos sin duda saquearían todo lo que encontraran a su paso, pero Percival no disponía de suficientes caballeros para atacarles en batalla campal. Era preferible reunir a todos los campesinos y toda la comida que pudieran detrás de la seguridad de las resistentes murallas del castillo, privando así al enemigo de los tan necesarios suministros, hasta que el Duque reuniera su ejército para acabar con esos hediondos enemigos. Tras tomar esta decisión, Percival se giró hacia sus caballeros noveles.

"Alain, Joinville, Gerard,, os ha llegado la oportunidad de conseguir vuestras espuelas de caballero. ¡Esta será la misión que deberéis cumplir para ser nombrados caballeros! Cabalgaréis tan rápido como podáis hasta el castillo del Duque y le diréis que el castillo de Blois resistirá la invasión de los orcos hasta la muerte. Decidle que reúna a sus caballeros para venir a rescatarnos, o a vengarnos. Yo permaneceré aquí, y si es necesario, moriré defendiendo mis tierras, así que no os demoréis. Llevad con vosotros tantos escuderos como creáis necesarios y partid inmediatamente. Si los orcos os cierran el paso deberéis atravesar sus líneas. No me falléis, hijos míos..."

2 comentarios:

  1. Bretonianos, Orcos y ahora Enanos, esto va a ser una lluvia de ostias xD

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  2. Ez ke loz pielezverdez zon muy pendenzieroz xD

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