lunes, 30 de marzo de 2015

Artefactos legendarios: el Martillo de Kragg



Hace ya tiempo que no hablo de alguno de los Artefactos más renombrados del mundo de Warhammer, y ya va siendo hora (¡aunque, poco a poco, me voy quedando sin reliquias mágicas de las que hablar!)

Así que hoy le toca el turno a un artefacto que, técnicamente, no es un objeto mágico, sino un objeto rúnico: el Martillo de Kragg.

Con este nombre tan sencillo y descriptivo es conocido el poderoso martillo rúnico de Kragg el Gruñón, Gran Señor de las Runas de Karaz-a-Karak y Leyenda viviente. El martillo es una obra maestra de la forja, un artefacto con un poder similar a las antiguas armas forjadas antes de la Guerra de la venganza (o Guerra de la Barba para los elfos).

El Martillo fue forjado por el mismo Kragg, pero ignoramos exactamente la fecha. Sabemos que Kragg grabó su primera Runa de Piedra (la primera runa que se les enseña a grabar a los aprendices de Herrero Rúnico) en el año 892 del calendario Sigmarita, bajo la atenta mirada de su maestro, Morek Ceñofruncido.

En el libro de ejército de los enanos de la 4ª edición encontramos este texto sobre el Martillo:

"Kragg está equipado con las mejores armas que un herrero rúnico puede fabricar. Su enorme martillo, que forjó cuando era un joven maestro de herreros rúnicos, cuenta con la runa secreta y oculta de Kragg. El viejo enano es muy receloso de divulgar sus conocimientos y protege su reputación, y hasta ahora no ha compartido el secreto de su runa especial con ninguno de sus aprendices, por lo que sólo puede emplearla él. Quizás el maestro la enseñará algún día a su sucesor, pero hasta ahora no ha encontrado a ningún herrero rúnico lo suficientemente diestro como para heredar sus conocimientos.

Kragg diseñó su runa para ayudarse al forjar. La runa calienta el martillo hasta que brilla al rojo vivo, y entonces transfiere el calor a todo lo que toca. También propulsa el martillo hacia adelante con una fuerza increíble. El martillo está tan caliente que puede hacer incluso estallar en llamas a los objetos inflamables."



El Martillo de Kragg tiene grabadas tres runas: una Runa de la Furia (otorga a Kragg +1A), una Runa magistral de la destrucción (Heridas múltiples 1D6, aunque esta runa no era considerada magistral en tiempos antiguos) y la Runa magistral de Kragg, que proporcionaba al Herrero F10 y Ataques flamígeros.

La desmesurada potencia del martillo era una reminiscencia de los tiempos ancestrales, en los que los herreros eran capaces de forjar armas formidables. Frente a los Hachas de Grimnir, el Martillo de Kragg fue creado en tiempos "modernos" (para los estándares enanos; fue en torno al año 1000 o 1100 del calendario Sigmarita), una muestra de lo que los enanos pueden hacer TODAVÍA.

El Martillo de Kragg sufrió, durante la sexta edición, un insulto de enorme calibre: en los manuscritos de Altdorf se indicaba que la Runa magistral de Kragg otorgaba +1F y Ataques flamígeros... Pero era lo esperable de un diseñador como Cavattore, cuya idea de un hechizo potente era "2D6 de F4".



De nuevo, en el libro de los enanos de 7ª edición, se indica que hay una runa llamada Runa Magistral de Kragg el gruñón, que permite a un arma rúnica ser también arma a dos manos. ¡Indignante! Debería llamarse "Falsa runa de Kragg el Gruñón".

Al final, nos quedamos con el recuerdo. prefiero olvidar esas absurdas historias del Fin de los Tiempos donde se cargan a este emblemático personaje en dos líneas, con un derrumbe en un túnel (¿1700 años sobreviviendo para morir por un derrumbe?). Recordaremos a Kragg. Y recordaremos su martillo, tal y como era: un símbolo de que esa raza moribunda, los enanos, aún pueden hacer grandes cosas.


miércoles, 25 de marzo de 2015

Restaurando mis No muertos

Cuando perdimos nuestro antiguo local, tuvimos que quitar de allí centenares y centenares de miniaturas, manuales, cartas, cajas, escenografía y muchos otros pertrechos. Uno de los ejércitos que más sufrió en la mudanza fue mi ejército no muerto, que desde entonces ha estado en cajas, recogido a toda prisa, y sin usar.

Hoy por la mañana por fin me he decidido y he sacado algunas cajas para comprobar el estado de las miniaturas. No es tan malo como pensaba: el carro de cadáveres se ha hecho trizas, voy a tener que restaurar tres o cuatro docenas de esqueletos, y repintar todos los necrófagos (es lo que tiene el metal... ¡que se desconcha!).

Y muchos de los personajes del ejército se encuentran en buen estado. Tras pasar un buen rato quitando el polvo con un pincel (uno de los problemas de guardar las miniaturas en una caja sin tapa :P) me dio por sacar unas fotos. Y aquí las tenéis (abrir las imágenes en una pestaña nueva para ver en tamaño grande):

Mi rey tumulario en dragón zombi: es el dragón zombi de 4ª edición con las alas de un devorador de almas de Khorne. El jinete es un caballero del Caos con un cráneo por cabeza.

Portaestandarte de batalla tumulario, hecho a partir de un vampiro del clan Dragón Sangriento.

Doncella espectral. ¡Me encanta esta miniatura!

Rey tumulario, de los tiempos de la cuarta edición, con un escudo de guerrero del Caos.

Nigromante que me regaló Ragnor

Annelys, la Doncella espectral

Liche, de Reaper miniatures. Una maravilla que me costó dos dólares.

Espectro

Señor Tumulario, de Celtos. Lo utilizo para representar a Ennio Mordini.

lunes, 23 de marzo de 2015

Los más viejos de entre los viejos

Hoy os traigo una entrada un tanto especial: es la típica locura que se me ocurre de vez en cuando, y la plasmo tal cual en el blog. Se trata de un ránking de los personajes especiales más longevos del mundo de Warhammer. He revisado las cronologías y he tratado de averiguar la edad total de los personajes especiales con más años a sus espaldas (años en la cronología del mundo de Warhammer, claro).

En algunos casos no ha sido posible obtener una cifra exacta, pero en cualquier caso el error no es mayor de un siglo arriba o abajo (y teniendo en cuenta que el más joven de esta lista tiene 45 siglos, no es una diferencia tan grande).

He dejado fuera deliberadamente a personajes que nunca han aparecido en los campos de batalla: me he limitado a los "personajes especiales" propiamente dichos, por lo que Caledor Domadragones (que lleva unos 7000 años atrapado en el Vórtice de Ulthuan) o Krakanroc el negro (Padre de los Ogros dragón) quedan fuera de esta lista. Del mismo modo, los personajes demoníacos, por la imposibilidad de calcular realmente su edad, también han quedado fuera (Aunque en el caso de Azazel, se le puede estimar una edad de 2500 años, ya que era mortal en tiempos de Sigmar, y a Be'lakor de unos 7500, pues fue el primer mortal ascendido, poco después de que el Caos llegase al mundo con la rotura del portal del norte).



En el duodécimo puesto, Arkhan el Negro: el Visir de Nagash es sólo unos pocos años más joven que el Gran Nigromante (quizá unos diez años más joven, por las descripciones de las novelas de Nagash), por lo que podemos calcular su edad en 4512 años.



 En el undécimo puesto, Nagash, el Gran Nigromante: El archivillano del mundo de Warhammer es bastante longevo, con 4522 años (nació en el año 2000 antes de Sigmar).



En el décimo puesto, El Heraldo Nekhap: El campeón de Settra es algo más joven que el unificador de Nehekhara. Fue nombrado heraldo Real en el año 2390 antes de Sigmar. Asumiendo que tenía en torno a 40 años cuando fue ascendido, Nekhap tendría 4862 años (más o menos).


En novena posición, Khatep el Eterno: El gran hierofante de Khemri pertenece a la primera generación de sacerdotes funerarios que lograron atar sus almas a sus cuerpos físicos y ganaron la vida eterna (o algo parecido...).  El secreto se descubrió tras la muerte de Settra, que sucedió en el año 2350 antes de Sigmar. Si Khatep tenía unos cuarenta años (lo que se consideraba la adultez en la antigua Nehekhara) en torno a esa fecha, Khatep tendría 4900 años, más o menos.



En octavo lugar, Settra, el Imperecedero: El unificador de Nehekhara, con ese sobrenombre que uno esperaría encontrar en las estanterías de un supermercado, tiene en torno a 5000 años (algunos más, ya que subió al trono en el año 2500 antes de Sigmar).



En séptima posición, Malekith: el más inútil de los inútiles nació en el año 42 del reinado de Aenarion el Defensor, que equivale al año 4458 antes de Sigmar, con lo que el inepto Rey Brujo tiene 6980 años (¡y en todo ese tiempo no ha conseguido hacer nada!).


 En sexto lugar (empatado con el quinto y el cuarto), Dechala, la Renegada: la Paladina de Slaanesh es probablemente la más antigua seguidora mortal de Slaanesh que aún no ha alcanzado la demonicidad. Dechala fue secuestrada por un príncipe demonio de Slaanesh durante la invasión del Caos a Ulthuan (que duró del año 3 al año 79 del reinado de Aenarion el Defensor), por lo que podemos calcular, más o menos, que tiene la misma edad que Morathi: algo más de 7000 años.


 En quinto lugar (empatado con el sexto y el cuarto), Nakai el Errabundo: El legendario Kroxigor fue visto por primera vez en la defensa de Itza, en torno al año 4500 antes de Sigmar, por lo que Nakai tendría en torno a 7000 años (o algunos más).



En cuarto lugar (empatado con el quinto y el sexto), Morathi: la madre de Malekith tenía que ser, por fuerza, mayor que su hijo :P El dato es que en el año 39 del reinado de Aenarion el Defensor (el año 4461 antes de Sigmar), éste rescató a Morathi de un grupo de seguidores del caos (ya, eso dice ella... xD). Teniendo en cuenta que los elfos de menos de un centenar de años son impúberes, podemos asumir que Morathi tiene 7083 años (¡aunque aparenta muchos menos!).


 En tercer lugar, el Cacique Mazdamundi: Mazdamundi (junto con sus cuatro hermanos, los otros Slann de la segunda generación) fue desovado en torno al año 10000 antes de Sigmar, por lo que tiene sobre 12500 años.




En segundo lugar, el Venerable Señor Kroak: El único Slann de primera generación que queda... ¿con vida? Aunque sea un cadáver momificado, su espíritu aún reside en su forma física. Los Slann de primera generación fueron desovados cuando los Ancestrales llegaron al mundo, en torno al año 15000 antes de Sigmar, por lo que Kroak tiene 17500 años, más o menos.


Y, finalmente, en primera posición: Kholek Comesoles: El hijo de Krakanroc el Negro es inmensamente antiguo:  estuvo presente en el pacto de su raza con los Poderes Ruinosos. No podemos calcular su edad, ya que la referencia más antigua de cualquier cronología no va más atrás del año 15000 antes de Sigmar, que fue cuando llegaron los Ancestrales al mundo a través de los portales polares. Pero los Ogros Dragón ya vivían en el mundo antes de la llegada de los Ancestrales, por lo que podemos calcular que Kholek tiene más de 17500 años.



jueves, 19 de marzo de 2015

La sangre obtendrá sangre (2/2)


Grenzo estaba en lo cierto. Los túneles eran como arterias, siempre bifurcándose y cambiando de dirección. Selvala había estudiado métodos de exploración e intentaba mantener el sentido de la orientación, buscando salidas por las que pudiera escapar o puntos de referencia en caso de que tuviera que darse la vuelta para escapar de sus perseguidores. Pero su búsqueda resultó inútil. Las únicas referencias eran los ocasionales cacareos de los goblin que apartaban la mirada ante el paso de Grenzo y los lamentos de los prisioneros que suplicaban a Grenzo por sus llaves.

Caminaron durante mucho tiempo. De vez en cuando, Grenzo hacía un alto en el camino y metía las manos en los huecos del techo - Palacio, - decía y se reía, - el dormitorio de Brago, ¡Ya no lo necesitará más! La tienda de Sydri... al menos desde la puesta de sol de ayer. - Lentamente el mapa de Paliano comenzaba a tener sentido para ella, pero aún ignoraba hacia dónde estaba siendo conducida o con qué propósito. - Cámara del concilio secreto, - dijo él, y se fijó en su rostro para observar su reacción.

Llegado a un punto, se detuvo y olfateó el aire. Blandió su bastón y lo golpeó contra la puerta de la sala que había frente a ellos. - Tesorería, - anunció. Luego señaló con el bastón como si fuera un largo dedo huesudo. - Toma ese pasadizo que conduce directo a la bóveda. Toma un puñado de oro para el viaje si quieres. Puedes llenarte las botas. Es gratis por la charla. -

Se puso frente a ella, esperando su reacción. - ¿Acaso no te excita? ¿Pensar que te encuentras en el corazón secreto de Fiora? - Ella le miró, intento aparentar indiferencia, que su rostro no le dijese nada. - Alguna vez has deseado ver la colección privada de esculturas del rey? ¿Comerte el huevo escalzado de un ave del paraíso? ¡Es algo fuera de este mundo! También hay unas escaleras hasta la cocina. ¡No hay  puerta secreta ni secreto escondido que esté oculto para mi! -

Alzó las llaves en alto y las sacudió frente a ella. - ¿Qué es lo que quieres, pequeño Cervatillo? ¿Cuál es tu precio? Se que no es oro, pero puedo ofrecerte un montón. ¿Un acceso? ¿Quieres dejar la ciudad alta? ¿Liberarla, acaso? ¿Abrir las puertas secretas y dejar que la chusma entre en nuestras calles? ¿Grandes mareas con las que hostigar las bestias del viejo mundo? ¿Información? Piensa en lo que hubiese sido espiar a tu querido amigo, Brago, y conocer sus secretas tramas. Tal vez entonces no lo hubieras apuñalado tan rápido. ¡O incluso lo hubieses hecho antes! Acepta el trabajo mientras aún tengas la oportunidad. -

Se acercó a el apretando los dientes y puso su cara a la altura de la de él.

- ¿Otra oportunidad de matar a un amigo? ¿Eso es lo que quieres, más asesinatos? Puedo proporcionártelo. Podemos hacer que esas alcantarillas se vuelvan rojas con la carnicería de todos ellos. - Sonrió y la miró a los ojos. ¿Y qué hay de la oportunidad de matar a un enemigo por un cambio? -

- ¿Qué es lo que se me pide? - preguntó ella.

Grenzo rió triunfante, de manera ruidosa y sin restricciones. Ella no sabía a qué profundidad se encontraba, pero debía ser lo bastante profunda como para enmascarar el cacareo de un loco. Se puso en marcha por un camino y le hizo un gesto para que lo siguiera.

Él puso una oreja en la pared y ella hizo lo mismo. Había un sonido allí, aunque no podía ubicarlo. Era bajo y resonante, como un elefante arrastrando una cadena, pero también había otros sonidos. suaves y rítmicos chasquidos y zumbidos. Le recordaban al canto de los pájaros, pero había algo que lo hacía irreal; eran imposiblemente regulares.

Grenzo revisaba llave por llave, buscando una en particular. La encontré y la deslizó en una cerradura oculta entre las rocas con una sonrisa. La pared se abrió. Mientras bailaba de entusiasmo, le hizo un gesto para que subiera por las escaleras.

El ruiseñor serpenteaba a través de un alambre, con un pico de dos broches de bronce que se abría mientras entonaba siete notas perfectas. entonces abatió sus falsas alas y giró una vez para cantar de nuevo esas mismas siete notas, que resonaron por la biblioteca hasta el techo abovedado.

Todo cuanto había alrededor de Selvala eran autómatas ornamentados que chirriaban y zumbaban. una araña metálica ordenaba los libros en sus estantes. Los seguían por la estancia unos ojos de cristal situados en el extremo de largos cuellos como si buscasen algún tipo de error. En un rincón se encontraba un caparazón de hierro moldeado como un humano daba finas pinceladas sobre un lienzo, aveces en círculos, dando lentamente la forma de un paisaje a cada trazo.

- ¿La biblioteca de Muzzio? - preguntó Selvala en susurros.

- Hay un orden terrible en este lugar, ¿no es así? - dijo Grenzo. Respiraba con dificultad, como si el aire fuese más pesado aquí. - El gran tirano arquitecto, Muzzio; estudiante de Daretti, quien se miró un día a sus piernas y dijo: yo puedo hacerlo mejor. Nos prometió un nuevo mundo. Uno de una manufacuración perfecta. uno que estuviera programado y comprendido. uno que él construiría para reemplazarnos a todos. -


Contra la pared del fondo, que tenía aproximadamente dos pisos de altura, había una bestia de máquina. tenía poleas que se extendían por sus brazos como tendones. Unas terribles fauces con engranajes parecían sonreirles. La bestia era todavía una estatua, pero entre sus piernas Selvala pudo ver una gran puerta roja.

- Entonces,  ¿qué es lo que quieres, pequeño Cervatillo? Tu mundo está empapado en barro, sangre y bilis. Esos brillantes animales serán fauna del nuevo mundo. -

- ¿Qué es lo que se me pide? - repitió.

- Es un nuevo mundo, Cervatillo. Tú lo has puesto en movimiento. Tenemos un rey sin sangre. Tenemos bestias con piel de hierro. El futuro es inmortal, inorgánico, a menos que actúes ahora. - Grenzo sujetó el manojo de llaves y cogió una de ellas. Estaba decorada con una espiral de motivos artesanales, como todo lo demás en la estancia.

Grenzo sonrió y sus ojos se abrieron, casi listos para salirse de las órbitas. - A través de esa puerta, Muzzio se encuentra durmiendo, - dijo con un pesado aunque emocionado aliento.

Selvala se apartó de él. - ¿Eso es lo que me estás pidiendo, eliminar a tu rival? ¿Y todo por qué, para que gires una simple llave? -

- Mi rival no, alguien que quitaría de en medio y reemplazaría tu sangriento mundo. -

Se quedó mirando a Grenzo, observando aquellos ojos amarillentos. Sonrió de manera amplia y le dió una patada a su bastón, enviándolo al suelo. Grenzo cayó al suelo. Tomó el huesudo filo con una mano y se agachó para agarrar al goblin del pescuezo con la otra.

- Debería degollarte aquí mismo. No voy a ser tu matón a sueldo. No voy a ayudarte a mutilar Pilano con tu retorcida imagen. -

Y entonces vio la luz amarilla. Giró la cabeza para observar al gran constructo alzándose desde su sueño sin espíritu. sus engranajes giraban más y más rápido. Sus poleas se tensaban mientras se preparaba para saltar hacia delante.


Selvala soltó a Grenzo y cayó en la trayectoria de la máquina. Grenzo se movió también, corriendo con una velocidad que no se esperaría de su figura demacrada.

La máquina dio un paso con su enorme pata. Ella se agachó mientras varios libros volaban sobre su cabeza. Los bibliotecarios mecánicos se apresuraron a recoger los restos.

Selvala miró el fémur agrietado en su mano. No era un buen arma. sabía dónde golpear en el caso de los humanos y cómo cazar grandes animales, pero con el fémur no podría ni mellar la carcasa de la máquina.

Se coló entre las piernas de la máquina y buscó con la mirada al guardián de la mazmorra. Se encontraba de vuelta por la escalera secreta, cerrando la trampilla oculta en los tablones del suelo.

-¿Qué mundo prefieres, Selvala? - gritó, y con una gran sonrisa cerró la trampilla de un golpe.

Ella gruñó e intentó en la cerradura de la puerta secreta que conducía a la ciudad subterránea de Grenzo. Tras ella, el guardián de Muzzio retorcía sus brazos de madera, preparándose para golpear otra vez. Hundió su arma en la cerradura, intentando forzarla con dureza mientras la bestia descendía. Luego, el hueso se quebró con un chasquido, pero la cerradura cedió.

Selvala sentía su caída mientras descendía por los sumideros. Tras ella, pudo escuchar los pasos de la gran máquina. En su mente sentía el frío aliento de la bestia en el cuello, pero sabía que solo era su imaginación. En sus brazos llevaba los tomos de Muzzio. se le escurrían de los brazos mientras corría, hasta ese punto. Un ejército de bibliotecarios artificiales la perseguían, llenando los oscuros túneles con el traqueteo de sus extremidades.

En algún lugar, podía escuchar los chillidos de los goblin, llenando los túneles con sonidos que no eran de este mundo. Los asesinos de Grenzo no tardarían en entrar en conflicto con las bestias artificiales de Muzzio, y no sabía quiénes ganarían. Esperaba que a ambos lados encontraría los secretos que mostraría a todo Paliano, pero sabía que tal vez no tendría éxito.


Cuando Selvala había corrido lo suficiente como para no escuchar la batalla tras de ella, se desplomó. Encontró una celda abierta y se arrastró hasta una esquina con los escarabajos. Al día siguiente, abandonaría la ciudad alta y volvería a los lugares salvajes que se encontraban más allá. Sus botas estaría cubiertas de barro, sus extremidades cansadas y sudorosas mientras corría entre los árboles, recogiendo fruta y observando a los animales. Pero en aquel momento, su tarea se reducía a esconderse en la oscuridad con los insectos y a dormir.

miércoles, 18 de marzo de 2015

La sangre obtendrá sangre (1/2)


Algunas de las larvas eran del tamaño de una moneda. De tonos pálidos y carnosos, que avanzaban retorciéndose a lo largo de las grietas en el suelo. Unos escarabajos con nervudas piernas que triscaban sobre ellos se escabulleron, silbando el uno al otro a medida que pasaban. Ciempiés, tan largos como el brazo de un ser humano, se cerraron en los costillares secos de los presos, muertos hace mucho tiempo. Para estar en el aislamiento, Selvala ciertamente no se sentía sola.


- Pequeño cervatillo. -

La voz resonaba como un profundo susurro filtrado a través de la puerta de la celda. No había visto al portero del calabozo, pero había escuchado antes esa voz, arrastrando su sonido profundamente en sus oídos. Durante los dos primeros días, hubo un desfile de goblins que golpeaban continuamente su puerta, gritando con sus agudas voces. Ella había tratado con cada uno de ellos.

- Alegre cervatillo... -

Selvala trató de distraerse y se centró en los insectos que pululaban. Cuando no los observaba, una sensación de vértigo la sobrecogía; sin insectos reptando por el suelo, parecía que las losas y las paredes  se retorcían y respiraban como si se encontrase en el estómago de un animal enorme.

- Feliz cervatillo... -

Y cuando no los prestaba atención, esas diminutas cosas comenzarían a trepar por el cuero de sus botas. Se preguntaba si eran atraídos por el olor de la sangre seca. Tres días más tarde, era todo cuanto ella podía oler.

- Dulce cervatillo... -

Aquella sangre los había atraído hacía ya tres días, pero entonces estaba húmeda y roja y goteaba de su cuchillo como si fuera agua. No quería pensar en aquello. No quería escuchar la voz del guardián del calabozo. Se centró en el enjambre. Su boca estaba reseca.

- Cervatillo asesino... -

Ahora, habiéndose enfundado los guantes, la sangre tenía un color herrumbroso. Llevaba ya tres capas encima de la primera. Sangre de goblin. Negra. Viscosa. Apestosa. Se preguntaba si debía ofrecer sus guantes a sus carceleros. Tal vez pudieran limpiarlos.

Aquellos tres días tardaron mucho en transcurrir.

- ¡Mortal cervatillo! ¡Vicioso cervatillo! ¡Asesino cervatillo! -

Se concentró en su propia respiración y trató de no escuchar el sonido del guardián de la mazmorra que estaba poco más allá de la puerta de su celda. Ella sabía que él estaba mirando a través de los barrotes, de cuclillas con su cara en alto, y las llaves tintineando a su lado.

- ¿No quieres tu cena, cervatillo? -

Se preguntó si sería capaz de moverse lo suficientemente rápido como para llegar a la puerta antes de que él pudiera reaccionar. y si era posible que la ensartaran un hueso afilado en su cráneo mientras aún estaba cerca.

- Por supuesto, - dijo Selvala. Tragó saliva. No había pronunciado una sola palabra en tres días y su voz era ronca. - ¿Por qué no vienes aquí dentro y me la das tú?

El guardián de la mazmorra se rió. Aquella vos de cuerpo desconocido se hizo eco más allá de la pesada puerta.

- Oh, ¿por quién me tomas, cervatillo? Le sacaste el ojo a uno de mis mejores agentes. ¿Qué es lo que has metido de contrabando, agujas de tejer? -

Selvala sonrió y tocó con los dedos el arma toscamente afilada de su costado. - Un fémur. -

- ¡Ja! - exclamó. - ¡Un hueso en el ojo! sabía que serías buena. ¡Una maestra! Los otros decían que eras una charlatana, y sin embargo aquí estas: mi perfecto asesino. -

Su sonrisa desapareció. No podía ver el rostro de su carcelero, pero se lo imaginaba. Dientes amarillos, ojos saltones, aliento caliente y pútrido. Tampoco estaba hecho para Paliano.

- Bueno, tu tío Grenzo te perdona, - dijo el guardián de la mazmorra. - ¿Qué es un poco de sangre entre amigos? -


Ella dirigió finalmente su atención hacia la puerta. Observaba su sonrisa, su cara hinchada a través de los barrotes del estrecho ventano. - ¿Por qué no te largas de aquí? - preguntó ella. - Estoy planeando mi fuga. -

Su sonrisa creció hasta enseñar todos sus dientes podridos. -¿Qué se siente al matar al hombre al que amas? - le preguntó.

Ella se dio la vuelta, pisando los escarabajos con un sonoro crujido. Ella había estado en las tierras bajas, había sobrevivido en la naturaleza, podía incluso soportar incluso el sabor de los insectos. ¿Tuvo aquí cautivos a miembros de la nobleza hasta morir de hambre, y se negaron a comer del suelo?

- Respóndeme a algo, delicado cervatillo, y abriré esta puerta. -

Ella tensó sus músculos. Todo sería cuestión de una estocada rápida y la conversación habría terminado. Su hueso afilado desde luego no era un estoque, pero él sólo era una masa y debería poder realizar el trabajo. - Estoy segura de que no te hace falta que te responda a la pregunta. -

- Oh, pero así es. Mis manos están limpias. -

Ella observó la calavera que se encontraba en un rincón de la celda. Sus cuencas vacías observarían por siempre los goteantes techos de esta celda.

- Todo lo que quiero es girar unas llaves y charlar, - dijo él.

Repasó mentalmente las historias que había oído sobre el guardián de la mazmorra y de sus agentes que pululaban por las alcantarillas, arrastrándose por la noche; mercenarios asesinos que despachaban los problemas y estaban pendientes de cualquier oportunidad para chantajear a alguien.

Esperó un momento a que ella hablara, pero no lo hizo. - Y giraré esta llave de aquí si le respondes a tu tío Grenzo una pregunta, querida: ¿qué se siente al matar a un amigo? -

- Todo demasiado fácil, - dijo Selvala.

Él se burló. Ella esperó. Por encíma del sisear de los escarabajos sonaban el tintineo de las llaves y el ruido de la cerradura. La puerta se abrió con un crujido.

- Tal vez se clave la próxima vez, - dijo desde el pasillo.

Volvió su atención a la puerta. Nadie entró. Más allá, podía escuchar el laborioso respirar del carcelero en el pasadizo.

Ella no lo entendía, no conocía este juego. Ella sabía que estaba siendo manipulada, pero, ¿con qué fin?


- Sal, - dijo él. - Tengo un pellejo con agua y una bota de vino. Has pasado la mitad de tu vida entre los barrios bajos de la ciudad y las zonas altas. No sabía cuál preferirías. -

Selvala dio un paso ligero hacia la puerta. Las sombras se movían con la luz de la antorcha. Grenzo tenía un cuerpo enorme para ser un goblin, como si sus huesos estuviesen rebelándose contra él. Grenzo se agarró a su bastón y Selvala se preguntó si podría siquiera dar un paso sin el. Le acercó el odre de agua. Esperaba algún tipo de trampa; ¿una docena de agentes al otro lado de la esquina? ¿Regalos envenenados? ¿Algo de magia oscura?

Grenzo volvió la cabeza de un lado a otro como si estuviera vigilando los túneles. - Puedes correr, Cervatillo, pero el camino es traicionero. Yo te guiaré. -

Ella agarró el trozo de hueso y contempló su yugular. Era gruesa, como si tuviera una serpiente enroscada en su cuello.

- Está bien, - dijo finalmente mientras asentía. - Tú delante. -

martes, 17 de marzo de 2015

Goblin Panzudo nº 12



Ya ha salido el nuevo número de la Goblin Panzudo, el e-zine de los compañeros de Fanhammer. Se trata de un número bastante interesante: incluye un fantástico artículo de 40K sobre Leman Russ, Primarca de los Lobos Espaciales.

En este número hemos colaborado con una pequeña campaña narrativa (El destino de Nailath) que enfrenta a los altos elfos y a los guerreros del Caos en una peligrosa aventura en los desiertos del norte.

Podéis descargar este número desde Fanhammer o, directamente, en este enlace.

Un apunte: por un error (¡mío, no de los compañeros!) en la última página de la campaña, el perfil de atributos de Aekold Helbrass es incorrecto (aparece el de Enrinsorga, el personaje Shaggoth). El perfil correcto de Aekold es:






M
HA
HP
F
R
H
I
A
L
Aekold Helbrass
5
8
4
5
4
2
8
4
9























viernes, 13 de marzo de 2015

¿Y si acerté en mi predicción?



Es el final de Warhammer, o eso parece. Tras los macarrónicos sucesos acaecidos en el Fin de los Tiempos, el mundo de Warhammer se va a la porra. Recapitulemos un poco los hechos de este despropósito:

-Todo comienza cuando (como siempre), el Caos amenaza de nuevo el mundo de Warhammer. La misma cantinela de siempre: que si Archaón está preparando un ejército descomunal, que si plagas, herejes, traidores, funestos augurios... en fin, el pan de cada día en el mundo de Warhammer. Pero... ¡Esperad! Parece que esta vez va en serio... otra vez.

-Nagash decide resucitar, porque ve que si no lo hace ahora, después ya no podrá. Un inciso: Nagash no estaba muerto, sino aguardando en Nagashizarr, tal y como certifica TODO el trasfondo sobre el personaje anterior a la octava edición. Entonces sus esbirros la lían parda y lo resucitan.

-El Imperio atacado por el Caos, como siempre (¿cómo pueden mantener un amago de civilización si son constantemente atacados por el Caos, desde afuera y desde dentro?). Bretonia es arrasada por los no muertos. Estalia y Tilea por los skaven. Vamos, una fiesta.



-Teclis, que es muy majo, se la ha liado a Nagash, y de paso a su hermano Tyrion. Resulta que para que Nagash resucitase había que sacrificar una serie de gente, y una de esas personas era la hija de Finubar (el rey fénix) y Alarielle (la reina eterna). Pues el engaño de Teclis consistió en dar el cambiazo por la hija de Tyrion (su sobrina), la cual muere en el sacrificio. Eso causa problemas a Nagash, que debe "purificar" su cuerpo de la maldición de Aenarion.

-Para "purificarse" (¿será como ir a un balneario?), Nagash se va a su pirámide, a Khemri, y devasta finalmente su tierra natal, 4200 años después de haber jurado que convertiría Nehekhara en polvo, y en menos que polvo. Tras ello, se marcha a Sylvania, haciendo levitar su pirámide (sí, haciendo levitar una pirámide).

-Tres hermanos nurglosos que nadie conocía antes, Otto, Ethrac y Ghurk (el Glottkin), encabezan un ejército de Nurgle y arrasan el Imperio, pasando a sangre y fuego la mayoría de la tierra de Sigmar, para terminar en una apocalíptica batalla en Altdorf.

-Vamos con los elfos: los dioses elfos se están muriendo, y entonces se dedican a hacer estupideces. primero, mandan a Araloth (el tipo ese que acababa de aparecer hace unos meses y del que nadie sabía nada) al Reino del Caos, donde se encuentra con Kaldor Draigo, señor de los Caballeros grises (un capítulo de marines espaciales del 40K, para los que no lo sepan). Mientras tanto, Khaine posee a Tyrion cuando éste toma la Hacedora de Viudas, la espada de Khaine, del altar de Khaine en la Isla Marchita.



-Naggaroth es arrasado por las hordas de Khorne, y el inútil eterno, Malekith, decide migrar hacia tierras más cálidas con sus ejércitos y arcas negras. Tras una absurda guerra civil entre altos elfos y elfos oscuros en Ulthuan, muchísima gente muere (¿o no?), Ulthuan se hunde bajo las aguas, Malekith se hace Rey Eterno de todos los elfos, y se van todos en amor y compaña al bosque de Athel Loren, último refugio de los elfos en el mundo. Teclis, enfurecido por la muerte de su hermano (al que previamente había traicionado y enviado a su hija al sacrificio, pero es que los elfos son muy raros), se va llevándose el cadáver de Tyrion.

-Y es que el plan de Teclis se estaba saliendo de madre: el mago elfo quería atar los ocho vientos de la magia a ocho personajes para que se enfrentasen al Caos, pero varios vientos se le escapan.

-Mientras tanto, los skaven inician una ofensiva suicida en todas partes. Thanquol arrasa Nuln, en venganza por los sucesos de la novela de Gotrek y Félix "Mataskavens". En Lustria lo dan todo, y consiguen arrasar a los hombres lagarto. Pocos lagartos sobrevivenn, los cuales se van a otro mundo o algo parecido. El Clan Pestilens es destruido casi en su totalidad.



-Y en el Viejo Mundo, las ratas atacan a los enanos con todo lo que tienen. Casi todas las fortalezas enanas caen: tan sólo Karaz-a-Karak resiste, pero Thorgrim muere asesinado por Sknich. De paso, decir que Queek del clan Mors muere de forma espectacularmente patética, y todo su clan resulta destruido.

-Archaón hace su movimiento final, y ataca el Imperio (o lo que queda de él). Mega-batalla en Middenheim, en la que el Caos se acaba imponiendo. Del Imperio y Bretonia tan sólo resiste una guarnición bajo el mando de Karl Franz en Averheim.

-Valten muere de forma ridícula (lo mata un Señor de las Alimañas por la espalda mientras luchaba contra Archaón), y el Ghal Mharaz ahora decora el trono de Archie.



Y eso es, a grandes rasgos, lo que ha pasado en los cuatro primeros libros del Fin de los Tiempos. Y está a punto de salir el quinto y último, del cual ya hemos visto algunas imágenes, e incluso la última página. Ya sabemos cómo acaba todo, cómo acaba el mundo de Warhammer: todo el mundo muere (esto me ahorra escribir un artículo listando los personajes muertos en el Fin de los Tiempos: es fácil. Todos.).

Los Dioses del Caos, tras la juerga de 8000 años que se han tirado en el mundo de Warhammer, se largan a continuar la fiesta en otra parte. pero... ¡oh, sorpresa! Queda una chispa de energía, lo que una vez fue un hombre, que agarra un orbe capaz de crear un mundo, una especial de "semilla" de planeta.

Y acaba con unas frases proféticas: "¿Y qué hay del mañana? ¿Qué sucede con las historias que aún quedan por contar y con el ciclo eterno de las estrellas? Éste era realmente el Fin de los Tiempos. Pero también el principio."



En octubre escribí una entrada con una descabellada hipótesis sobre el futuro de Warhammer: aventuré que todo esto del Fin de los Tiempos era una excusa para eliminar el Caos. El Caos es propiedad intelectual compartida de Warhammer y 40K. De modo que, sin el Caos, podrían vender la licencia de Warhammer a otra empresa sin poner en entredicho su propiedad intelectual sobre el Caos.

Era una hipótesis loca. Pero cada vez me suena más plausible. El tiempo nos lo dirá...



miércoles, 11 de marzo de 2015

Game over, Warhammer

Esta misma mañana me he enterado, gracias a los compañeros de ¡Cargad!, de cómo termina Warhammer. La última página del último libro del Fin de los Tiempos, por lo visto. Y os la he traducido, para quien no se halle muy bien con la lengua de la pérfida Albion. Os dejo con ello.

Este es el documento original, sacado de ¡Cargad!.


Y así el mundo mortal cayó en el olvido. La voraz grieta en el corazón del dominio de la humanidad comenzó a devorar la realidad.

Al principio se fue expandiendo lentamente, pero después comenzó a extenderse con la ferocidad de un incendio.

Revitalizados, los dos grandes portales de los polos escaparon de sus ancestrales ataduras y se unieron a su pariente más joven en su festín.

Los habitantes del mundo contemplaron su final, y gritaron de desesperación.

No hubo dos observadores que contemplasen la misma visión. Algunos vieron los cielos hendidos por las llamas; algunos vieron una helada tormenta de estrellas; otros vieron descomunales tentáculos y gorgoteantes fauces que babeaban la misma sustancia primordial fundida del Caos.

Quizá los Dioses del Caos ascendieron a sus paladines a la demonicidad para que luchasen en las terribles batallas que se desarrollaban entre las llamas. Poco importa, ya que esas guerras sin sentido estaban perdidas para todos los bandos.

El Roble de las Eras fue absorbido al final. Los lamentos funerarios de las dríadas podían oírse en los lívidos cielos mientras Athel Loren moría. Con su destrucción, el tejido que ataba juntos el tiempo y el espacio comenzó a hacerse más tenue. Deformado por las sobrenaturales energías del Caos, se disolvió completamente en la nada.

Este terrible acto de destrucción pudo desarrollarse en el parpadeo de un ojo o extenderse a través de los milenios. Los Dioses del Caos no se hallan encadenados al flujo del tiempo, y finalmente, cansados de su victoria, dejaron atrás la ruina en la que habían convertido el mundo y se fueron a continuar con el Gran Juego en otros mundos y otras creaciones. Cuando se fueron, no se dieron cuenta de la pequeña mota de luz que se agitaba en la infinita oscuridad- la brillante esencia de lo que antes había sido un hombre.

A través de la tormenta de Nada cayó, a la deriva entre mareas invisibles.

Entonces llegó un orbe brillante, el ardiente corazón de un mundo, que había crecido frío como el abismo.

Desesperada, la figura se acercó al orbe, atrapándolo con un agarrón capaz de romper las montañas. Miró al vacío y, desde la oscuridad, el vacío apartó la mirada.

La figura lo agarró férreamente, reuniendo sus agotadas fuerzas, Lo alcanzó con su mano, y entonces ocurrió un milagro.

¿Y qué hay del mañana? ¿Qué sucede con las historias que aún quedan por contar y con el ciclo eterno de las estrellas?

Éste era realmente el Fin de los Tiempos.

Pero también el principio.



lunes, 9 de marzo de 2015

La defensa de Itza (relato no-tan-clásico)



Cuando las ciudades-templo empezaron a sucumbir ante las hordas demoníacas, el miedo se hizo más fuerte en los corazones de aquellos que permanecían con vida. Aprovechando que la red de poder y comunicación que se extendía entre las ciudades templo estaba rota, los ejércitos del Caos atacaron la ciudad templo de Itza, bajo la protección del cacique Kroak. Ésta, la primera Ciudad, era la más importante de todas puesto que, si caía, se rompería un vínculo vital de la red geomántica. Ahora que los hombres lagarto estaban a punto de desaparecer, el cacique Kroak entendió que la suya era una resistencia crucial.

El cacique Kroak, el primero de todos los slann desovados en el mundo, erigió un campo deenergía que circundaba toda la ciudad, y los demonios del Caos se estrellaron contra él durante meses, desapareciendo nada más tocar la crepitante burbuja de poder. Pero llegó el día en el que el mago sacerdote no pudo mantener esa barrera mística por más tiempo y, con un último esfuerzo, hizo que la barrera estallara hacia el exterior de la ciudad, lo que no sólo deforestó la selva en un radio de varios kilómetros, sino que hizo que millares de demonios se desvaneciesen de este mundo. No obstante, aún había muchos demonios, y las vociferantes hordas del Caos engulleron la ciudad, de forma que los hombres lagarto tuvieron que combatir a los demonios en las calles de la primera Ciudad.



En esta batalla, el króxigor Nakai, conocido como el Vagabundo, se erigió como leyenda. Tras ver su ciudad templo caer ante las fuerzas del Caos, viajó a Itza para que esta vez no sucediera lo mismo. mató un millar de demonios mientras defendía el puente hacia las estrellas esperando que llegasen refuerzos, lo que le reportó grandes honores. Se le dio por muerto, hasta que apareció de nuevo un millar de años más tarde.

Sentado serenamente sobre la gran pirámide de Itza, una isla de calma en mitad de la tormenta, el cacique Kroak atacó a los demonios. Invocó una lluvia de fuego que diezmó al enemigo. Durante meses, kroak impidió que los demonios tomasen la ciudad, y provocó terremotos que engulleron legiones enteras de ellos. Pero, al final, acabó siendo asesinado por una docena de grandes demonios. Aún así, el espíritu del cacique Kroak se negó a abandonar el mundo y siguió combatiendo. Era tal su determinación que consiguió negarle la victoria a sus enemigos. Así fue como la Primera Ciudad logró resistir, aunque hubo de pagar un alto precio por ello.


viernes, 6 de marzo de 2015

Internet destruye infancias: Pippi Langstrumpf (¡Jesús!)


Llevo ya tres meses aprendiendo alemán por las mañanas en los cursos del paro, y tengo que reconocer que experimentar algo en tus propias carnes hace que se derriben muchos mitos. ¿Sabíais por ejemplo que no solamente disponen de "kas", "erres" y "jotas" en su abecedario? ¿Y que incluso tienen sentido del humor? ¡En serio! Vale que no son de esa clase de gente a la que le hace gracia un balonazo en la entrepierna, pero tengo no uno, ni dos, ni tres, sino estos tres documentos que lo demuestran. Y fue entre las bromas y otros comentarios que surgen entre los compañeros, que me recordaron la existencia de aquella pequeña pelirroja hija de un pirata, que era más valiente que un camión, más bestia que dos trailers y que tenía una visión del mundo de lo más lisérgica. Para que no os entre la tentación de volver a veros un episodio con el consecuente riesgo de sufrir terrores nocturnos voy a sacrificarme por el equipo y ya os desgrano yo los mejores momentos de su primera aparición en la pequeña pantalla.


0:33 - No ha pasado ni un minuto cuando he encontrado dos detalles dignos de mención. En primer lugar, los padres de Tommy y Annika tienen el pelo negro como el azabache, que contrasta con ese rubio de los hermanos que hasta hace daño a los ojos. Por otro lado, lo primero que puede verse de Annika en la pequeña pantalla es un gran plano de sus bragas mientras se desliza (por no decir "mientras derrapa quemando neumático") por la barandilla de su casa. Esto no hace sino demostrarnos lo liberales que son los alemanes en todos los aspectos. Supongo.

1:48 - La casa de Villa Kunterbunt venía a ser algo como si Punky Brewster y Agatha Ruiz de la Prada hubieran unido sus fuerzas. No hay más comentarios al respecto.

2:19 - Tommy observa el escaparate de dulces mientras se relame, pero la expresión de su rostro está llena de furia, como si cada día mientras va a la escuela repasara una y otra vez algún tipo de plan para atracar la tienda y llevarse un botín con el que poder morir de diabetes.

3:09 - Aparecen cuatro personajes secundarios; dos policías que van en un coche de los años treinta (a su vez montado en un remolque, que a mi no me engañan), seguido de los dos maleantes del pueblo, que están escapándose de la prisión con dos sierras que habrían dejado guardadas en el camastro la última vez que se escaparon; a los policías no les interesa hacer ninguna clase de registro de celda ni reparación en los barrotes, puesto que dependen de la presencia de maleantes en las calles para justificar su salario.

3:46 - Aparece otro personaje secundario más que había olvidado por completo; una chiflada que canta canciones de monjas y que se encarga por decreto del alcalde de hacer de canguro de los niños en el parque. Algo va muy mal en este pueblo, aunque no se exactamente el qué. Con esto que voy a decir igual me tachan de sexista, pero si se cambiara el vestido de señorita Rottenmeier por algo más normal quizás no la tratarían como una loca y se rompiera algún tipo de círculo vicioso.

4:20 - Nuestra protagonista surge finalmente atravesando un arco de piedra, silbando su propia melodía de inicio y avanzando a lomos de su caballo con lunares, el Pequeño Tío. Nuevamente el cuadro me hace pensar en Agatha Ruiz de la Prada y Punky Brewster haciéndo una tormenta de ideas con Cindy Lauper mientras se agarran de la mano y chillan como histéricas.

10:00 - Tras un inocente allanamiento de morada en el cual los niños se adentraron en aquella casa que parecía sacada de la película de Trainspotting pero en tonos pastel, descubrimos que a Pippi se le sube la sangre al cerebro por dormir con los pies en la almohada, lo que le impulsa a contar mentiras sobre los egipcios a los dos desconocidos que la acaban de despertar en su casa... ¿hay algo de todo esto que no parezca una locura?

10:30 - Mientras los niños saltan por las mesas, se cuelgan de las lámparas y trepan por las paredes, Tommy se hace plenamente consciente mientras sonríe como un perturbado de lo mucho que siempre había deseado conocer a alguien a quien no le importara una mierda si le desguazan la casa en la que vive. No lo dice con estas mismas palabras, pero casi.

15:27 - A la loca metomentodo de las canciones siniestras también le pica el gusanillo de pasar hasta la cocina, y dado que la propietaria es una nihilista de tomo y lomo, pues no hay problema alguno. Lo único que le preocupa es que no le dejen hacer lo que le da la gana, y es en esos momentos cuando su mono-ardilla-amarillo para que la orine encima mientras los niños se regodean duchándose en monedas de oro con las que podrían comprar el pueblo entero. Solo le faltaba decírselo con un Rap.

15:45 - Tras semejante humillación, la chiflada en cuestión sale de la casa esperando volver con los policías corruptos como refuerzos, a los cuales se les ha reventado el motor de la tartana esa que debieron haber jubilado hace treinta años.

17:55 - Tras examinar un arcón que probablemente hubiera robado a un mago cutre, dada la cantidad de globos, serpentinas y flores que salían de sus cajones, Pipi le hace entrega a Tommy de una daga enjoyada. Nuevamente la cara de alegría de Tommy parece reflejar la personalidad del duendecillo que vive en su cabeza y que le dice que empiece a matar a la gente de su barrio cuanto antes.

25:13 - Tras cantar una canción al más puro estilo "del barco de Chanquete no nos moverán", Pipi hace uso de su libertad de expresión al decir su opinión sobre los policías. Después, hace uso de su fuerza sobrenatural para lanzarles por los suelos. Tras esto, hace uso de su ingenio para atrapar a los policías en el tejado de su casa (no le hizo falta mucho) y los hace humillarse para dejarlos bajar. Por último, mientras uno de ellos sale huyendo de manera cobarde, el otro queda horrorizado al ver a Pipi levantando al Pequeño Tío sobre su cabeza. ¡Sí, es Pippilotta Viktualia Rogaldina Shokominzza Långstrump, y ha venido a partir cráneos!

La moraleja de todo esto es que... no, por favor, no hay moraleja que valga en toda esta historia. Señora Astrid Lindgren, no he leído los relatos que escribió, pero si me está leyendo (sé positivamente que no) quiero que sepa que la versión televisiva de su personaje es un prototipo de antihéroe anarco-capitalista que empuja a los niños hacia la rebeldía, la mitomanía y al caos generalizado y sin sentido. Si al menos tuviera un sentido... pero ni eso.

martes, 3 de marzo de 2015

Ladrones de guante blanco

Tengo el pequeño honor de publicar la primera entrada de este cuarto año de biblioteca; y lo hago hablando además en nombre de Yibrael y de mi mismo; y con un tipo de entrada novedoso para mi (redifusión y opinión); pero por desgracia debo hacerlo con una nota amarga. Como muchos sabéis, los miembros de la Biblioteca sentimos una gran admiración por Endakil, autor del blog Diario de un Friki. El objeto de esta entrada no es otro que el de difundir el robo y el desprecio que ha sufrido nuestro compañero de armas. Podéis saber lo sucedido en esta entrada de su blog.

Lo apreciamos en lo personal y lo respetamos en lo intelectual, pues no sólo ha sido propulsor de innumerables iniciativas que promueven la expansión y el disfrute de esta (me atrevería a llamarla) subcultura, sino que tras muchas charlas y debates con él no deja de sorprendernos con sus argumentos y experiencia. Es por estas razones que este caso en particular nos afecta y nos inquieta especialmente, pues nos parece una injusticia tremenda el abuso del que ha sido objeto por parte de una empresa que a toda luz está, no tiene escrúpulo alguno.


Ahora voy a hablar por mi mismo, pues tampoco es que quiera que Yibrael parezca responsable de mis palabras. A mi juicio, esto que le ha ocurrido a Endakil es un robo en toda regla. Peor aún. No es que le  hayan entrado en su casa y le hayan robado los muebles o incluso las miniaturas; objetos al fin y al cabo reemplazables. Lo que ha ocurrido es que le han robado el fruto de su esfuerzo, le han robado una idea. Aún más, ahora no podría vender legalmente aquello que él ha creado pues se encontraría legalmente vulnerable. Si hay una cosa que no comparto, aunque respeto, es su decisión de no batallar por recuperar lo que es suyo (eso haría yo, claro está, en el supuesto de que pudiera pagarme el abogado y las tasas para iniciar los procesos legales que durarían meses). Aunque bien mirado, unas reglas que te han llevado un par de días escribirlas me parece un preció más que razonable por el privilegio de poder desguazar y denunciar, tanto pública como verbalmente, a una panda de desgraciados y sanguijuelas cuya mezquindad y avaricia les impulsa a aprovecharse de un individuo que tiene más genio y creatividad que todos ellos juntos. Lo se, en ocasiones soy un poco visceral pero es que me han tocado la fibra sensible.

Siempre he defendido y defenderé que quien realiza un trabajo merece que le paguen por ello. También defiendo el libre intercambio de ideas y archivos entre los usuarios de Internet, ese gran Tocomocho virtual de la información en el que (supuestamente) nadie sale estafado. Parecen dos conceptos incompatibles dado que se supone que poca gente sube material a la red; pero no lo son tanto si tenemos en cuenta toda la información personal que nosotros mismos vertemos, de manera consciente o no, en forma de artículos, visitas a páginas o simples "me gusta esto" y que se usan en montones de estudios de mercado con los que crear patrones de conducta de consumo y otra serie de atrocidades que van en contra de la libertad de pensamiento. La información que para una persona no vale nada, es oro para otra. ¿Acaso no mereceríamos los internautas que se nos remunerara, ya puestos, por utilizar Facebook? En un mundo idílico, tal vez.

Si he desarrollado tanto esta paranoia es para intentar justificarme al decir que, desde una simple tuerca hasta los planos de un avión supersónico, todo aquello que concibe el ser humano es riqueza, algo creado en beneficio de la misma. Es por eso que usurpar la riqueza que alguien ha generado con el fruto de su esfuerzo me parece uno de los peores crímenes que puedan cometerse, tanto ética como legalmente hablando. Es por todos estos motivos que denunciamos esta injusticia. Si bien es más que posible que las cosas se queden tal cual están dado que esta clase de gentuza se aprovecha de la ausencia de ganas de la gente por revolver mierda estancada, lo más que podemos hacer es denunciar públicamente a estos individuos, solidarizarnos con nuestro compañero y desearle mejor suerte en el futuro. Te lo mereces.
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