sábado, 8 de octubre de 2011

Leyendas Warhammer: Manfred von Carstein



"El último de la impía estirpe de las sanguijuelas von Carstein, y el más astuto de todos. Hizo creer a los hijos de Sigmar que llevaba muerto más de dos siglos. Pero no pereció realmente en Hel Fenn. Quizá tuviese el infame anillo de los Carstein que portaba Vlad, o quizá fingió deliberadamente su muerte, pues no veía escapatoria. Pero quizá incluso esta criatura maldita siga los designios del bendito Sigmar, pues detuvimos a la horda del Caos gracias a sus filas de muertos vivientes. Puede que muy pronto tengamos que hacer frente a una horda de criaturas resucitadas que tratan de apoderarse de los restos de nuestro bendito Imperio."
EMPERADOR KARL FRANZ

"Una muestra más de que mi señor aprieta, pero no ahoga. Cuando este orgulloso hijo de Vashanesh peregrinó hacia el sur y se humilló ante mi maestro, recibió las oscuras enseñanzas que ansiaba, junto con la misión de ahogar el Imperio en la oscuridad. Fue sumiso y servicial, y su agudo intelecto agradaba al Gran Nigromante. Aprendió a manejar las corrientes del Dhar con una destreza que sólo los descendientes de Wsoran muestran de entre su estirpe. Una verdadera lástima su derrota, pero tenemos todo el tiempo del mundo para esperar."
ARKHAN EL NEGRO

"Un oponente artero y sutil, un gran estratega y un brujo realmente poderoso. Acabó con oscuras descargas de energía con las tres brujas de Tchar, y volvía a levantar a los guerreros caídos, tanto de entre sus muertos andantes como de entre mis Kurgan. Fue una masacre."
VARDEK CROM EL CONQUISTADOR

"Una vez un hombre como yo venció a un monstruo como tú."
VOLKMAR EL DESPIADADO, GRAN TEOGONISTA DE SIGMAR

"Sin duda el más peligroso de los señores de la no muerte que ha hollado el territorio baldío de Sylvania. La reina Ariel había hablado con algunos de los más antiguos espíritus y había llegado a la conclusión de que los hombres y los enanos no podían perder aquella batalla, así que nos preparamos para la guerra. Partí hacia el norte con los jinetes de la estirpe de Equos, los caballeros del halcón y los más veloces espíritus. El recuerdo de aquella marea de muertos vivientes junto a la antinatural oscuridad que ocultaba el sol del mediodía todavía me asedia. Si no fuese por el valor y la lealtad de Gwandor, hubiese perecido. Pero ganamos aquella batalla."
THALANDOR, COMETA DE MUERTE

"Uno de ezoz chupazangrez ke levantan a loz muertos. Me dijeron ke era komo el kaudillo zupremo de elloz, o algo parezido. Tienen una fuerza prodigioza, y zi lez miraz a loz ojoz ez komo kedarze embobao mirando un fuego, pero mientraz él te chupa la zangre. Dizen ke ez komo ezoz karroñeroz ke van kon loz komedorez de muertoz pazadoz... nekrófagoz lez dizen... pero ke el tal Manfred vizte de zedaz y terziopeloz."
SKIGGIT, EL GOBLIN NEGRO

"A menudo he querido contaros ese temible día en que el sol se ocultó para no ver la matanza y los ejércitos de los enanos y los hombres lucharon contra los Señores de la No Muerte. [...] Era un día tormentoso. El cielo estaba cubierto por negras nubes de tormenta. La luz del sol era tenue y empañada. Bajo la pálida luz, una gran hueste de esqueletos de huesos amarillentos movían las mandíbulas y hacían muecas con sus dientes. Blandían sus armas melladas y herrumbrosas. Los zombis avanzaban en filas desordenadas con sus ojos podridos brillando como bolas de fuego. Su carne estaba llena de erupciones putrefactas. Se les habían desprendido grandes trozos de piel que ondeaban al viento mostrando corazones que no latían, y venas por las que no circulaba la sangre. Por encima de sus cabezas, unos pájaros fantasmagóricos volaban como cuervos demoníacos, descendiendo sobre el infernal campo de batalla. En el centro de la hueste estaba el último de los aristócratas Vampiros. Su piel era blanca y fina como la porcelana. Sus ojos eran rojos y miraban con un apetito anormal. Ese día la batalla fue larga y dura. Los humanos tenían miedo al ver andar a los muertos, y los corceles de su caballería estaban asustados por el olor fantasmal del enemigo. Cuando los dos ejércitos chocaron, sólo los enanos mantuvieron su posición, aunque parecía que serian arrollados por el mar de enemigos No Muertos. Entonces, el Conde Elector de Stirland reagrupó a sus fuerzas y volvió a enfrentarse al Conde Vampiro. Se enfrentaron en el centro del campo de batalla y por unos instantes parecía que Manfred vencería, pero el Colmillo Rúnico del Conde Elector hirió profundamente al Vampiro, que dio media vuelta y huyó, perdiéndose en el borde de Hel Fenn. El cuerpo nunca pudo encontrarse. [...] A menudo he querido tener la oportunidad de enfrentarme al Príncipe de los No Muertos, como hizo mí padre."
GOTREK GURNISSON, MATADOR ENANO

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