sábado, 16 de abril de 2011

Constant Drachenfels, el Gran Hechicero

El personaje de Constant Drachenfels, el Gran Hechicero (The Great Enchanter en la versión original, pero es que "El gran Encantador" no es una buena traducción xD) fue creado por Jack Yeovill (seudónimo de Kim Newman) como villano para el primer libro de Genevieve, que lleva por título Drachenfels.

Este terrible villano tenía una historia que no cuadra demasiado con la actual línea de trasfondo de Warhammer; según nos cuentan en la novela, Drachenfels tenía quince mil años... es decir, que ya estaba en el mundo de Warhammer cuando llegaron los ancestrales... De todos modos, su historia es bastante "arquetípica", el maligno hechicero que desafía a la muerte convirtiéndose en un Liche (¿quién recuerda a Vecna?) Probablemente Bill King sacó de Drachenfels la inspiración para crear a Nagash.

Drachenfels aparece en la segunda novela de Genevieve, "Genevieve no muerta", o más bien aparece su máscara... También encontramos al Gran Hechicero en el suplemento de Warhammer Juego de Rol Castle Drachenfels, un módulo en el que los jugadores deben abrirse paso por el siniestro castillo para llegar ante el Liche. Basándome en las novelas y en el módulo, hice unas reglas para usar a Drachenfels en una partida de Warhammer. Su historia es una "adaptación" que he hecho para que el Gran Hechicero tenga cabida en la línea temporal actual. Finalizo con "El banquete envenenado", un fragmento de la novela Drachenfels, muy útil para comprender el horror del Gran Hechicero

CONSTANT DRACHENFELS, EL GRAN HECHICERO
El Gran Hechicero es un poderoso Liche que ha vivido miles de años en su fortaleza de las montañas grises, el Castillo Drachenfels. Constant Drachenfels ya era un poderoso hechicero por derecho propio cuando el Gran Nigromante llegó a las tierras de lo que comenzaba a ser el Imperio en busca de su perdida Corona de la Hechicería. Nagash concedió a Drachenfels el secreto de la pócima del Liche, y el Gran Hechicero se unió a Nagash y Krell en su gran batalla contra Sigmar. Cuando el Gran Nigromante fue derrotado por Sigmar, el Portador del martillo, Drachenfels huyó hasta su fortaleza, perseguido por el ejército de los enanos y hombres. Finalmente el propio Sigmar acabó con el pero Drachenfels ya había bebido la poción oscura concedida por Nagash, y volvió a renacer años más tarde. Desde entonces ha reaparecido periódicamente en la historia del Imperio y de Bretonia con sus hordas de muertos vivientes para cometer actos viles e indescriptibles, y aunque ha sido derrotado y destruido en varias ocasiones, siempre renace al cabo del tiempo. Ninguno de los que lo han vencido continúa con vida, mientras que Constant Drachenfels desafía el paso del tiempo. Drachenfels cubre su cuerpo con una ornamentada armadura mágica que lo hace invulnerable a los ataques, excepto de las armas más poderosas, y empuña el terrible Bastón de Polvo y Cenizas, cuyo toque puede hacer envejecer cientos de años en un solo segundo. Pero el poder más cruel de Drachenfels es la terrible maldición que pesa sobre aquellos que miran su rostro. Cuando se quita su máscara, aquellos que ven su marchita faz ven su propia muerte, que suele acaecer en unos pocos días a causa de algún terrible accidente. 


Puedes incluir a Constant Drachenfels en tu ejército, cuyo coste deberá deducirse de la proporción para comandantes. Drachenfels debe ser el general del ejército a no ser que este esté comandado por el propio Nagash.

CONSTANT DRACHENFELS, EL GRAN HECHICERO................................................................445 puntos



M
HA
HP
F
R
H
I
A
L
Drachenfels
10
3
3
3
4
4
3
1
9
Tipo de unidad: Infantería (único)

Equipo: Bastón de Polvo y Cenizas, Armadura de Drachenfels, Máscara de Latón.

Reglas especiales: No muerto, Terror, Hechicero (nivel 4; puede elegir Nigromancia ó el Saber de la muerte, y conoce todos los hechizos del saber que elija. Ver "Bibliotecario oscuro", más abajo.) 

Poderes de la no muerte: Drachenfels es un consumado hechicero, y posee los siguientes poderes nigrománticos: Guardián de las Antiguas Tradiciones (genera dos dados adicionales de energía), Bibliotecario Oscuro (conoce todos los hechizos de nigromancia), Jinete de los Vientos del Caos (puede repetir la tirada en la tabla de disfunciones), Salvaguarda oscura (genera un dado adicional de dispersión) y Caminante del sendero oscuro (tiene un bonificador de +1 para lanzar hechizos).

Objetos mágicos: 
Bastón de Polvo y Cenizas: Este terrible arma es capaz de acelerar el tiempo, haciendo que aquellos tocados por su negra magia envejezcan cientos de años en un instante. Arma mágica. Drachenfels tan sólo podrá efectuar un único ataque en cuerpo a cuerpo. Si este ataque impacta a la miniatura enemiga, esta será destruida automáticamente sin que ninguna tirada de salvación por armadura o Regeneración pueda evitarlo (funciona del mismo modo que el golpe letal, con la única salvedad de que puede afectar a miniaturas de cualquier tamaño). El enemigo puede efectuar una tirada de salvación especial si dispone de ella; pero, si no evita la herida, será destruida. Esto funciona del mismo modo que el hechizo Mano de Polvo.


Armadura de Drachenfels: El Gran Hechicero forjó su armadura de Ithilmar saqueado de las ruinas élficas de Athel Thmara, y lo hace prácticamente indestructible. Armadura mágica. Otorga a Drachenfels una tirada de salvación especial de 4+


Máscara de Hierro: La Máscara de Hierro es el símbolo del Gran Hechicero, y siempre cubre su rostro. La leyenda dice que cualquiera que vea el rostro de Constant Drachenfels sin su máscara morirá debido a la terrible maldición que este encierra. Talismán. La máscara de Hierro otorga a Drachenfels Resistencia Mágica (1). Adicionalmente, una vez por batalla, en la fase de disparo de los No muertos, Drachenfels puede quitarse la máscara y mostrar su rostro. Todas las unidades enemigas a 30 cm o menos de Drachenfels y que tengan línea de visión hacia él deberán superar un chequeo de Liderazgo con un penalizador de -2 o huir, del mismo modo que si hubiesen fallado un chequeo de Terror. Esto no afecta a miniaturas inmunes a psicología.



EL BANQUETE ENVENENADO
“[…] Se vieron obligados a atravesar la puerta que llevaba a una estancia vacía donde había una gran mesa dispuesta para un banquete. La comida se había transformado en polvo hacía ya mucho tiempo, al igual que los comensales, cuyos esqueletos secos estaban desplomados sobre las sillas entre los restos de sus elegantes atuendos. […]

-¿Qué sucedió aquí?-preguntó Rudi. 
-Un banquete envenenado-respondió Oswald-Es una de las peores historias de Drachenfels. Hace casi seis siglos, el Gran Hechicero se presentó en solitario y de rodillas en la corte del Emperador, y se ofreció a hacer penitencia por sus pecados. Pagó generosas indemnizaciones a todas sus víctimas vivas, y se humilló ante las tumbas de otras muchas. Renunció al mal y juró fidelidad a los dioses a los que antes maldecía, así como lealtad al Emperador. Todos quedaron convencidos de que había cambiado. En miles de años, cualquiera podía arrepentirse, purificar su corazón. Cualquier hombre, quiero decir. Invitó al Emperador Carolus y a toda su corte al Castillo Drachenfels para celebrar su nueva vida, y decretó que su fortaleza estaría siempre abierta para cobijar a los indigentes. Algunos de los consejeros de Carolus se manifestaron en contra del banquete, pero el Emperador era un hombre bondadoso, y demasiado joven como para recordar los peores actos de Drachenfels. Todos ellos acudieron aquí, el Emperador, la Emperatriz Irina, sus hijos y todos los nobles de la corte. Un antepasado mío, Schlichter von Konigswald, estuvo en la mesa, sentado entre ellos. 
Miraron los cadáveres abandonados y vieron las joyas que yacían bajo espesas telarañas. El cadáver de una sonriente dama anciana tenía rubíes en las cuencas de los ojos, y una red de hilos de plata, engastados de perlas zafiros y diamantes, sobre las costillas desnudas. Geneviene cogió una diadema de oro deslucido que descansaba sobre un cráneo roto. 
-La antigua corona-dijo Rudi con los ojos encendidos por la avaricia-.No tiene precio. […] 
Genevieve miró los cadáveres y vio imágenes fugaces de los días pasados hacía ya mucho tiempo. Entonces la estancia era nueva, estaba limpia y brillantemente iluminada. Oyó risas y música y vio que servían los platos. Los apuestos caballeros eran encantadores, las hermosas damas agitaban abanicos y en la cabecera de la mesa había un hombre regio con una corona, al que atendía un hombre ataviado con modestia con el rostro oculto por una sencilla máscara de latón. Parpadeó y el oscuro presente regresó. 
-Entonces, ¿los envenenó? -le preguntó Menesh a Oswald.
-Sí. Pero no murieron. Quedaron paralizados, convertidos en estatuas, pero con todos sus sentidos. Años más tarde, uno de los secuaces de Drachenfels hizo una confesión antes de ir a la horca. Contó toda la historia de las obscenidades que tuvieron lugar aquí ante los impotentes ojos de Carolus y su corte. Veréis, aquellos nobles tontos y confiados habían traído a sus hijos. Heinroth habría comprendido el horror. Cuando acabó la diversión, Drachenfels dejó a sus huéspedes inmovilizados. Con un banquete preparado ante ellos, murieron de hambre.” 
Drachenfels, de Jack Yeovill

2 comentarios:

  1. Estaba pensando en adquirir las novelas de Genevieve ¿qué tal están?

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  2. La primera (Drachenfels) es la mejor de todas; las otras son de relatos cortos. Están bien, se dejan leer.

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